Cuando Donald Trump asumió la presidencia por primera vez, The Washington Post incorporó un lema a su cabecera: «La democracia muere en la oscuridad». En cuanto el presidente inició su segundo mandato, The Atlantic abría su último número con una nueva advertencia: «Es más tarde de lo que crees».

Entre un augurio y el siguiente, ha pasado casi una década en la que Silicon Valley se ha rendido al trumpismo, Twitter se ha convertido en X, la inteligencia artificial ha inundado internet y las redes sociales moldean cada vez más cómo se distribuye y consume la información.

Por primera vez en la historia, el problema no es la falta de información, sino su exceso y su baja calidad. El contenido lo inunda todo y la atención se resiente. Así como somos lo que comemos, la información a la que estamos expuestos determina cómo pensamos.

¿Cómo resguardarnos de ello? Lo primero es volver a lo esencial: acudir a los medios de prestigio internacional que han demostrado contar con la voluntad y los recursos para hacer periodismo de calidad. Lo segundo, en un mundo en el que los algoritmos refuerzan nuestras creencias, es establecer puentes y abrirnos a ideas de todo el mundo.

¿Y si pudiéramos conseguir ambos propósitos en una sola publicación?

Esa es nuestra misión con Página Internacional: seleccionar los mejores artículos de los mejores periódicos y revistas del mundo para extraer de la abundancia del periodismo internacional las lecturas esenciales. Y, a la vez, exponernos a lo desconocido.

Seguimos la estela de

Courrier International en Francia e Internazionale en Italia, que desarrollaron este concepto en los años noventa. Desde entonces, este modelo se ha extendido a siete idiomas y nueve países, de Japón a Eslovenia. ¿Por qué no en español? Hoy queremos enmendar esa carencia con el lanzamiento de Página Internacional.

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Barcelona, 3 de noviembre de 2025